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martes, 26 de junio de 2012

El Bocadillo de Jamón


Le invito a que haga la prueba. Reúna a su gente, al equipo de su empresa, el equipo con el que quiere desarrollar su proyecto, etc. Pídale a cada miembro que, en una hoja y en secreto, describa su bocadillo de jamón ideal. Cuando acaben de escribirlo, pida que compartan en voz alta ese bocadillo ideal que han escrito.

Estoy seguro que serán muy pocos los que coincidirán en la descripción. Serán parecidas, unas más que otras, pero es raro que todo el mundo describa el mismo bocata.

O sea que, como habrá podido comprobar, cuando pensamos en un simple  bocadillo de jamón, no todos pensamos en lo mismo.  

En los proyectos y en las empresas pasa exactamente eso. Y lo digo por propia experiencia.
He estado en reuniones a las que la gente de una misma empresa, o de un mismo proyecto, llegaban con metas y objetivos distintos. Cuando lo he detectado, les he dado el mejor consejo que, creo, les podía dar, “aclárense entre ustedes y volvemos a hablar”.

Es imprescindible concretar y delimitar claramente los hitos, las metas y los objetivos. Los medios y los recursos, también las estrategias. Todo el mundo debe de hablar el mismo “idioma”, ejercer las mismas prácticas y entrenarlas. Y pensar en un solo tipo de bocadillo de jamón. O, cómo mínimo, pensar en el tipo de bocadillo que le gusta al equipo, el gusto colectivo, dejando la individualidad para otros menesteres. El equipo debe de adoptar las medidas necesarias para que todas las personas que lo integran unifiquen los criterios en todos los aspectos

Parece baladí decir esto, o hasta demasiado evidente. Pero es un problema real que hace que muchos proyectos se tambaleen.

Cuando ponga en marcha un proyecto en el que participa más gente, asegúrese de que todos hablan el mismo “idioma”. Y me refiero, entre otras cosas, a que todo el mundo conoce y entiende las promesas del proyecto, las condiciones de satisfacción del mismo, quién es el cliente y por qué.

lunes, 18 de junio de 2012

El timo de siempre


Los que me conocen ya saben de mi crítica continua y directa a los servicios institucionales de acompañamiento a emprendedores, de “generación” de conciencia emprendedora, y demás tinglados que se arman alrededor de todo esto. 

Y no viene de ahora. Hace unos años, siendo usuario de Barcelona Activa, (el servicio de promoción de emprendedores del ayuntamiento de Barcelona), ya me enfrentaba, junto con otros compañeros, a las autoridades del momento reclamando servicios sinceros, y de verdad. Digo sinceros, porque entonces, como ahora, no lo son. En realidad, y bajo mi humilde punto de vista, lo que se prioriza es la foto del político de turno, y el aprovechamiento de fondos europeos, o de otra índole, para que la foto sea lo más grande y preciosa posible.

Cuento todo esto porque acudí, acompañado por una persona con ganas de iniciar un proyecto,  al “BizBarcelona 2012, Soluciones para empresarios y emprendedores”, autodefinido como el salón del “asesoramiento, networking y financiación para impulsar tu empresa, negocio o proyecto empresarial”.

A parte de acompañar a esa persona, mi interés personal radicaba en poder hablar con algún inversor interesado en el sector industrial, en el que tengo un proyecto pendiente de parte de su financiación.

¿Y qué nos encontramos?

Lo primero, a los políticos, con bocas llenas de palabras rebosantes de  marketing (político, por supuesto), haciéndose miles de fotos, seguidos por una nube de periodistas y acólitos.

Lo segundo, un salón que parecía el salón de la franquicia (igual lo era), dónde las diferentes firmas ofrecían su producto.

Lo tercero, los stands de la instituciones públicas, locales y autonómicas, dónde no se ofrecía nada. Y digo nada porque lo que ofrecen está vacío de realidad. “Le ayudamos a hacer el plan de negocio”, decían, “y después a conseguir financiación de los bancos”, con la que está cayendo…

Lo cuarto, y más sorprendente, vino cuando me dirigí a la zona dónde estaban, supongo, los inversores. Al dirigirme al mostrador pregunto a la amable señorita “Tengo un proyecto industrial y quiero hablar con algún inversor que invierta en ese sector”. La amable señorita consulta unos horarios y me dice “de 13h a 14h estarán los inversores interesados en el sector industrial”, a lo que yo contesto “perfecto! Dónde me apunto?”, entonces la amable señorita me dice que para apuntarme debo de pagar CIENTO CINCUENTA EUROS. Esa cantidad me daba derecho a hablar con un inversor cinco minutos, explicarle el proyecto y ver si le puede interesar. Por supuesto, rechacé la oferta sabiendo que siempre he hablado con inversores, en su despacho, o en el mío, sin tener que pagar semejante peaje.

Por último, lo que me encontré fue mucha gente que, una vez comprobada la calidad del salón, se desilusionaba, se desconcertaba y se iba.

Cuando nos íbamos, mi acompañante me dijo “tengo la sensación que el interés real no son los emprendedores, si no el negocio que se genera a su alrededor”

Cuanta razón, pensé…..

lunes, 11 de junio de 2012

¿Es usted el que ayuda a los emprendedores?

-Hola buenas, ¿es usted el que ayuda a los emprendedores?
-Si señor, yo mismo
-Estoy pensando en montar ……..
-Ah!, ha venido usted al sitio adecuado. Le ayudaré en su “Business plan”, o con un “Funnel”,  le haré un poco de  “coaching”. Trabajaremos  el “coworking”,  el “dafo” y  el “fifo”,  el “branding” y  el “cobranding”,  el “naming”, el “downsizing”, el “clouding”, sin olvidarnos del “marketing”,
-Oiga, pero es que
-No se preocupe!! Definiremos su “Business missión”, su “breakpoint”, su “target” y su “time to market”…
-Ya pero es que……
-Tranquilo, tranquilo!, la cuestión es que esté definido el “MVP”, y sólo avanzaremos en su proyecto cuando esté identificado el “IPO”
-Vale, vale pero………
-Nada!! Es tan sencillo cómo se lo explico! Investigaremos  el “target market” de su “start-up”, y si no tiene dinero, buscaremos “Seed capital” a través de un “Business Angel” que crea en su idea y a trabajar!. Y si no… tiraremos de “crowdfunding”
-Todo eso está muy bien pero yo….
-Hombre!, es que hay muchos más aspectos en los que hemos de trabajar. Le haremos un “speech” para que sea usted un estupendo “CEO” Es fundamental que usted no se convierta en un “EIH” por el bien de su negocio. Además de empezar a crear su “Personal branding”
-Bueno….
-No se preocupe, le daré una matriz “Canvas” y todo lo tendrá más claro. Y recuerde que con el personal debe de aplicar el “empowerment”. No olvide tampoco el “gaming” ni el “engagement”
-Claro, claro…pero.. aún no le he dicho mi idea!!
-No importa!!, a todo el mundo le doy los mismos buenos consejos!!

En casa

-Hola cariño, ¿cómo te ha ido con el asesor de emprendedores?
-Pues no lo sé…
-¿Cómo que no lo sabes?, ¿Es que no hablaste con él?
-Si…, bueno…la verdad es que sólo habló él…….
-¿Y qué le pareció tu idea?
-No sé!, no se la pude contar!!
-¿Cómo?.... entonces….¿No has podido llegar a ninguna conclusión?
-En cuanto a mi idea, a ninguna. Pero en cuanto al asesor si que he llegado a una muy clara……
-Cariño……. ¿Y cual es?
- Que en esto del asesoramiento a  emprendedores hay mucho exhibicionista!!!

(Moraleja: Para no fracasar, ¡vigila en manos de quién te pones! …)

lunes, 4 de junio de 2012

Mi experiencia con Facebook



Ha sido mucho lo que se ha hablado de esta red social en los últimos días por su salida a bolsa. De hecho, acabo de comprobar la evolución de su cotización  y no ha hecho más que perder. También he leído bastantes artículos relacionados con los supuestos tejemanejes  en la información facilitada para su incorporación al mercado bursátil, que, al parecer, han acabado en demandas.

De la evolución de la cotización más vale no hablar, ya que en los tiempos en que estamos, no me sirve ninguna explicación normal y las razones pueden ser complicadísimas o sencillamente sencillas. Y de los tejemanejes tampoco, ya que a saber qué intereses, qué realidades y qué emociones hay detrás de los mismos, y detrás de las demandas que se han interpuesto.
 
Pero de lo que si puedo hablar es de mi experiencia en Facebook.

Cómo usuario personal me parece fantástica. Me he reencontrado amigos a los que hacía una vida que no veía. Estoy informado de lo que pasa en mi entorno emocional y en contacto con él. Y me llegan noticias que de otro modo no conocería. En fin, nada que no sepa todo el mundo que sea mínimamente usuario de todo esto.

Lo que me parece interesante contar en mi experiencia a nivel empresa.

En el penúltimo proyecto en el que he estado trabajando decidí abrir un grupo en Facebook,  para informar de lo que hacíamos, de nuevos productos, de actividades y demás. Instauré, además, un concurso mensual entre los seguidores del grupo (unos mil doscientos). El concurso consistía en responder una pregunta muy sencilla relacionada con nuestra empresa o nuestro mercado. Entre los acertantes se sorteaba un lote de productos que se remitía al domicilio del ganador. Comento lo del concurso porque era la actividad en la que más gente participaba. Entre treinta y cuarenta personas.

Después de casi dos años de actualizar el grupo, de organizar el concurso mensual, de informar de todo (teníamos una agencia de comunicación que se encargaba), de incluir  el enlace a nuestro grupo en la página Web, y en toda la publicidad, entrevistas y demás apariciones en prensa,  la realidad es que lo que conseguimos con el grupo no fue tener clientes, si no seguidores que eran meramente curiosos, y que participaban sólo de lo que era totalmente gratuito.

No crecimos en número de clientes, no crecimos en número de ventas, ni en el importe medio por venta.

Tampoco nos sirvió para recoger quejas, o propuestas de mejora ya que todo el mundo actuaba como una chupipandi de amigos, los cuales se hartaban de decirnos lo buenos que éramos y lo bien que lo hacíamos. Ni una queja, repito, en casi dos años

No hubo retorno de la inversión en Facebook, ni por negocio, ni por información valiosa.

En definitiva, nos sirvió para hacer amigos, pero no para hacer clientes. 

Aunque supongo que, a través de algún amigo habrá aparecido, con el tiempo, algún cliente. Eso ahora lo desconozco porque ya no estoy trabajando en la empresa.