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miércoles, 12 de septiembre de 2012

Héroes


Las cosas van mal, o, al menos eso dicen. Aunque  la verdad es que no hace falta que me lo digan porque en mi entorno, también en mis proyectos, lo noto, y mucho.

Cada vez son más las caras tristes a mi alrededor, que suman amargura, y que sienten algo malo cercano.

Según algunos estudios, el hombre se preocupa por cosas que, en un ochenta por ciento, ni pasan, ni pasarán nunca. Son datos reales, y el consejo evidente es que no debemos de preocuparnos tanto, pero, la verdad, es que la actual coyuntura no es para estar muy tranquilo, y menos cuando el universo personal que cada uno de nosotros hemos ido creando a base de trabajo y  años se desmorona, como es el caso de muchas personas en este país.

No hace mucho, en una charla, el ponente aseguraba que el animal humano reacciona ante las adversidades, y que contra peor van las cosas, más poder de reacción se tiene. Incluso habló de reacciones casi milagrosas frente a situaciones de gravedad, o críticas. Y no se refería a situaciones catastróficas, o a grandes desgracias colectivas, si no a cataclismos personales, de trabajo, de familia, emocionales e íntimos.

Cuando el barco se hunde aparece el ser hábil, ingenioso, inteligente, perseverante,  esforzado y resolutivo que todos llevamos dentro.

No me sorprendieron las palabras de aquel ponente, porque tiene razón. Y lo digo por experiencia propia. He vivido momentos  en los que tuve que reclamarme a mí mismo el que esa parte de mí apareciera. Y la verdad es que apareció y fui capaz de hacer cosas que, para mí, rondaron la épica. Y digo épica porque en situaciones normales no las hubiera hecho. Ni siquiera imaginado.

Por supuesto no me refiero a nada ilegal, o amoral, si no a acciones que me ayudaron a tirar para adelante, y que, aún hoy, recuerdo con cierta admiración. Más sabiendo que como esto no se arregle deberán de volver a servirme como recursos extraordinarios.

Sabiendo que todos tenemos a ese “héroe”, lo interesante sería descubrir nuestra capacidad de aguante hasta que aparece. ¿Qué tiene que pasar para convertirnos en ese ser?.  

Yo creo que depende de cada persona, de su escala de valores, de sus creencias, de su historia, y de su capacidad de sufrimiento.