¿Estás
fracasando en tu búsqueda de empleo?, ¿Te estás dando por vencido?, ¿Empiezas a
pensar que no hay futuro para ti?
Déjame
que te explique algo que le he dicho a bastante gente. Es el camino del chorizo.
Habla con tu abuela. Pregúntale como hacía el chorizo del pueblo. Toma
buena nota de la receta y de cómo se elabora.
Haz
10 kilos de ese estupendo chorizo. Sal a
venderlo. Pon empeño y no vuelvas a tu casa hasta que hayas colocado esos
10 kilos. Y no me digas que no te gusta vender, porque siempre lo has hecho.
Cuando convenciste a tu novia estabas vendiendo. En la entrevista de trabajo
estabas vendiendo. Tus amigos te adoran porque te has vendido perfectamente.
Así que si que sabes vender, no te
engañes.
Por
supuesto, piensa en la historia que
contarás para venderlo.
No olvides tampoco mirar el precio en el
mercado del chorizo de similares características.
Si
puedes ponerle una etiqueta que sea bonita también te ayudará. “Chorizo de mi
pueblo” “Chorizo de mi abuela”
“Chorizo de………(pon el nombre de tu pueblo o del de tu abuela)” puede estar
bien.
La
siguiente semana elabora 30 kilos de chorizo. Sal a venderlo y, de nuevo, no
vuelvas a tu casa hasta que lo hayas vendido. Debes de ser capaz de venderlo. Si sigues esta práctica no deberás
tardar en tener que elaborar doscientos o trescientos kilos, quizás
seiscientos, que por supuesto saldrás a
vender “por narices”.
Si
haces esto, además de hacer chorizo, estarás armando y construyendo un futuro
para ti y los tuyos. Con mucho esfuerzo
(algo más que trabajando en una empresa) y con altas dosis de empeño,
perseverancia, habilidad, etc. También algo de desencanto y amargura en los
momentos difíciles, pero esto forma
parte del trabajo, por lo que asúmelo y cuando te desesperes piensa que es
normal y sigue para adelante.
Como
decía, estás haciendo chorizo y construyendo tu futuro. Ojo al dato, tu futuro depende de ti, tenlo en cuenta. Bueno, tampoco es mucho mérito ya
que el futuro siempre depende de uno mismo. La manera de gestionarlo también
depende de ti. Puedes hacer chorizo y venderlo, o vender el chorizo de otro.
Por supuesto, la opción de ceder tu independencia durante lo que dure una
jornada laboral elaborando chorizo para otros también es una elección.
Si
las cosas te van mal, piensa seriamente
en la alternativa del chorizo.
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