Soy
usuario de eBay. Principalmente como comprador. No soy un tremendo comprador,
pero voy haciendo. Es una plataforma a la que acudo ante la oportunidad que me
brinda de comprar en, prácticamente,
todo el mundo.
Una
de mis últimas compras ha sido un recambio para el coche, que encontré en Tailandia
a menos de la mitad de precio que aquí. También he comprado un walkie talkie en
Hong Kong, ha precio irrisorio, aún pagando las tasas de aduanas, y de calidad
razonable.
Mi
hermano mayor, cuyo hobbie es reconstruir coches históricos, también hace uso
de eBay de forma habitual, comprando recambio nuevo o usado por toda Europa,
principalmente en el Reino Unido. Y de
forma totalmente satisfactoria como yo.
La
plataforma funciona, por lo menos basándome en mi experiencia.
Creo
que una de las razones por la que funciona bien es el hecho de que, tanto vendedor
como comprador, se califican el uno al
otro una vez finalizada la transacción. Tremendo acierto.
Cuando
he comprado algún artículo, compruebo, con satisfacción, cómo en el primer
mensaje del vendedor, aparece un párrafo en el que dice que quiere ser
calificado con cinco estrellas (el modo de calificar en la página va de una a
cinco), y que si a la recepción del producto hay algún problema, que contacte
con él antes de calificar de forma
negativa la transacción.
Por supuesto, esto se
hace para que la reputación del vendedor
sea positiva, que es la única manera de vender mucho y bien en un entorno
muy competitivo. Por lo tanto, cómo siempre, la confianza a la hora de la compra y la venta se basa en la reputación de los intervinientes. Como
comprador me interesa tener buena reputación (pago rápido, comunicación, etc.) para
que me vendan, y como vendedor me interesa tener la mejor reputación
(comunicación, producto, envío, etc.) para generar
confianza y que la gente me compre.
Pero
¿este sistema se la inventado eBay? No, este
sistema es el que funciona desde tiempos inmemoriales, desde que existe el
comercio.
Como
compradores y vendedores que somos, siempre evaluamos las transacciones que
hacemos. El resultado de esas evaluaciones nos genera confianza en caso
positivo y desconfianza en caso negativo. O sea, según cómo resulten seguimos comprando (o vendiendo).
Con
todo esto quiero decir que las evaluaciones públicas que vemos en eBay, y que
nos generan la confianza suficiente para comprar, o la desconfianza para
descartar a ese vendedor, es una práctica que hacemos siempre. La diferencia es que como son tan
evidentes, el vendedor en eBay está dispuesto a solucionar lo que sea con tal
de que su reputación no sea negativa.
¿Por qué no hacemos lo mismo en los
negocios de la calle? ¿Por qué,
sabiendo que nuestra reputación es la que nos hace vender, no estamos
dispuestos a solucionar los problemas que surgen día a día? ¿Es porque la
reputación en los negocios no virtuales no es pública? ¿Por qué no entablamos relaciones sinceras con los clientes? ¿Por
qué se vende gato por liebre?
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